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San José, 27 de mayo de 2022

• Se estima que el 50% de los desechos que generamos en nuestras casas son residuos orgánicos.
• En el país, de las casi 4 mil toneladas de residuos más de la mitad son residuos orgánicos.

 

En Costa Rica existe una crisis por la deficiente gestión de residuos y en donde nuestra mayor amenaza es la crisis climática que afecta a toda la humanidad.

Se estima que los residuos  generan más del 19% de los gases de efecto invernadero en el país.

Aunado a esto,  cada día producimos alrededor de 3900 toneladas de residuos sólidos que se traduce en 1,4 millones de toneladas al año.

Pero la gestión del Corredor Biológico Interurbano María Aguilar (CBIMA)-  en el cual el INVU es actor fundamental-  quienes en conjunto con el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo está revirtiendo este proceso por medio del un proyecto de  compostaje comunal.

Se estima que solo en la zona que involucra  a  Curridabat, La Unión, Montes de Oca, Alajuelita y San José,  se genera el 18% de los residuos del país.

Y como se trabaja fuertemente en este proyecto, ahora para los vecinos de las comunidades  involucradas, es decir: Curridabat,  La Unión, Montes de Oca y San José más la zona de  Desaparados, cualquier residuo orgánico cuenta como residuo altamente valorizable.

Es decir, en estas casas  recolectan  los  residuos  orgánicos que producen en sus hogares a partir de de las cáscaras de frutas, vegetales, plantas, huesos de frutos, aserrín, hojas y ramas, entre otros.   

Con este compostaje comunal, no sólo se genera compost que es de gran utilidad como abono orgánico para jardineras y otras zonas  de estas comunidades sino que también hay un efecto social de “ generar comunidad”.

El proyecto tiene grandes alcances pues se busca además implementar el Plan de Gestión integral de residuos mancomunado de La Unión, Curridabat y Desamparados quienes unirán esfuerzos para aprovechar estos residuos  bajo la perspectiva de economía circular.  

Las invitadas del programa Proyección INVU, Ericka Calderón Asesora Legal y presidenta del Comité Local del CBIMA y Ana María Lobo, asesora ambiental para el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)  abordaron este tema  de forma enfática:  el compostaje no sólo da beneficios  a nivel personal ( por la generación  y disposición del compost en sí ) si no además; beneficios  regionales y a nivel nacional.

Calderón explicó que  en el país se producen 3900 toneladas de residuos que en su mayoría generan dióxido de carbono y donde el 50% de éstos se desechan a un botadero o relleno sanitario sin haber hecho una clasificación de los residuos orgánicos.

La experta aseguró que si se hiciera una correcta separación y clasificación de residuos se podrían reducir a la mitad los desechos que van hacia los botaderos.

“Es que no solo generamos beneficios para nosotros, sino también generamos provecho para nuestros suelos, nuestro entorno y  permite la cohesión social: donde un vecino vea lo que yo estoy realizando, probablemente muchos se sentirán motivados a realizarlo de igual forma”, indicó Calderón.

Para realizar el compostaje no es necesario contar con un gran espacio, incluso se puede hacer de forma comunal en algún espacio público y así se retorna a una generación de vinculación social

Para Calderón el camino a seguir es a través de la educación ambiental por esto, en el CBIMA se desarrollan una serie de tutoriales y videos cortos para que la población pueda identificarse con el proceso  y motivarse a realizar compostaje comunal. “ Nosotros queremos democratizar la información sobre como compostar y que las personas conozcan cuáles tipos de compostaje pueden aplicar”.

Por su parte la asesora Ana María Lobo del PNUD, explicó que no es necesario tener gran equipo o conocimiento,  al contrario; cualquier rama, cáscaras,  pueden ser considerados como residuos orgánicos valorizables. “ Lo importante es tomar conciencia  y reconocerlos no como desechos sino que pensemos que son parte del ciclo de la vida y debemos regresarlos a la tierra”.

De acuerdo a Lobo,  los residuos orgánicos mal tratados producen gases de efecto invernadero  que aumentan  aún más los problemas ambientales, por eso el compostaje es el camino correcto.

“ Una vez que a vez que incorporamos estos procesos de manejo de residuos y compostaje en nuestra rutina se nos hace parte de nuestro diario vivir y nos aseguramos de que tendremos compost de muy buena calidad para otros procesos.”

La experta además resaltó  que una vez que los ciudadanos toman conciencia de  este tema, además las personas están más atentas a lo que se come  y como utilizamos los  productos.”  Buscamos más productos naturales para alimentar nuestro cuerpo y no tanto productos procesados. Nos cuestionamos  qué tanto los productos son sostenibles  y buscamos opciones de consumo cada vez mas amigables con el ambiente”.

Lobo además explicó formas de compostar: controlar variables como tamaño de desechos orgánicos y factores de humedad que pueden apoyar a tener un compost de calidad.

Las invitadas concluyeron su participación haciendo un llamado a  volver su mirada e intención hacia el compostaje.

“El compostaje no solo da un producto, sino que además aporta salud, física, mental,  a la vez que se reducen emisiones: todos podemos incidir desde nuestra individualidad pero al mismo tiempo creamos conciencia colectiva para generar un cambio, fue el mensaje de cierre de la experta Ericka  Calderón.