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San José, viernes 13 de octubre de 2023.

• ​Se estima que para  el 2050 el número de personas en zonas urbanas aumentará al 70%, según la ONU.

 

Las ciudades deben diseñarse por y para las personas. Esta premisa es fundamental si queremos ciudadanos sanos física, mental y emocionalmente. 

Esto se evidenció aún más durante la pandemia de la COVID-19, que contribuyó a elevar el grado de conciencia de contar cada vez mas con espacios adecuados para los ciudadanos. 

Se estima que sólo en el primer año de pandemia el número de personas afectadas por depresión y ansiedad se elevó en un 25%. 

Es notorio que el entorno influye en nuestro estado de ánimo y la percepción que tenemos sobre nuestro alrededor determina cómo utilizamos el espacio público. 

Y es que la ciudad ha venido a convertirse en un lugar de socialización para muchas personas y para otras un espacio de ritual para hacer deporte.
Por lo que, la calidad del aire, ruido, áreas verdes y el acceso a la movilidad son factores que afectan directamente a la salud de los ciudadanos.
Surge entonces el concepto de ciudades conscientes,  donde se establezcan estrechas relaciones entre el diseño urbano y la salud mental. 

Durante la participación en Proyección INVU  de los arquitectos y expertos; Alejandro Araya, de la Unidad de Proyectos Habitacionales (UPH)  del INVU y  el Arq. Pablo Mora, Presidente del Colegio de Arquitectos de Costa Rica (CACR), ambos indicaron que diseñar con base en el ser humano es la raíz  de todo diseño arquitectónico tanto de conjuntos habitacionales como de   espacios públicos. 

Mora indicó que las ciudades son dinámicas; están en constante cambio y evolución  - al igual que las personas- por tanto  es primordial orientar los  esfuerzos de planeación ejecución y diseño en base al ser humano para poder integrar todas sus dinámicas al entorno. 

Los expertos indicaron que es fundamental intervenir espacios públicos de la mano de los gobiernos locales para generar zonas donde las personas puedan despejar su mente, relajarse y sentirse cómodos y seguros transitando por la ciudad. 

“ Se debe mejorar la trama verde , de buscar la forma de articular barrios e instar a las municipalidades para que generen espacios seguros que fomenten la apropiación del espacio en los ciudadanos” , indicó Alejandro Araya, de la UPH del INVU. 

Pero la salud mental no solo toma en cuenta aspectos de zonas públicas, sino que abarca   temas de  diseño y construcción de  las viviendas y destacaron que para tener salud tanto física como mental se deben tomar en consideración variables como la radiación, la ventilación y la iluminación  en las casas  para que éstas puedan ser “ refugios y espacios seguros para las personas” 

El llamado es para que todas las  entidades que tienen relación con el urbanismo y otras disciplinas relacionadas  no solo se orienten  por  diseñar espacios que fomenten las relaciones sociales y prácticas saludables, sino que la estructura urbana que las conecta también debe sea estudiada y diseñada para ser amable con los usuarios por medio de la  inclusión y fomento de más espacios verdes.